Desarrollo sostenible

Actualmente somos aproximadamente 7.000 millones de personas en el mundo, en un mundo que a demás de verse afectado por las consecuencias del cambio climático, se ve afectado por el mal repartimiento y uso de recursos para tanta población.

La superpoblación conlleva consecuencias como la pobreza y conflictos sociales debido a la repartición injusta de recursos, de agua, de alimentos y de las fuentes de energía. Con estos problemas nos planteamos una pregunta: ¿Puede el planeta, mantener a tantos millones de personas?

¿Qué es el desarrollo sostenible?

En 1987 la comisión de las Naciones Unidas responsable del Medio Ambiente, formalizó un documento donde apareció el concepto desarrollo sostenible, definido de la siguiente manera:

El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin poner en peligro la capacidad de desarrollo de las generaciones futuras para que puedan satisfacer sus propias necesidades. Además precisa las siguientes condiciones:

§    Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.

§  Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente.

§   Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible.

En el ámbito del desarrollo sostenible, se consideran tres partes:

• Ecológico: compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación de las fuentes de energía. Incluye un análisis de los impactos derivados de la actividad humana considerada y del consumo de recursos difícil o lentamente renovables, así como en términos de generación de residuos y emisiones.

• Económico: se da cuando la actividad que se mueve hacia la sostenibilidad ambiental y social es financieramente posible y rentable.
• Social: basada en el mantenimiento de la cohesión social y de su habilidad para trabajar en la persecución de objetivos comunes. Supondría, tener en cuenta las consecuencias sociales de la actividad de la misma en todos los niveles.

De esta forma se relacionan el bienestar social con el medio ambiente y a su vez con una buena producción económica. La división en estas tres áreas indica que para conseguir el desarrollo, se deben de trabajar todas ellas como hemos visto.

Este concepto nació debido a que durante los años 70 los científicos a través de estudios, se dieron cuenta que las acciones humanas producían gran impacto sobre el medio natural, lo que podía conllevar a la pérdida de biodiversidad y de los recursos.

Desde esta declaración de las Naciones Unidas, se implicó una necesidad a nivel mundial por lograr un desarrollo sostenible, por ello los gobiernos de todos los países deberían fijar metas y acoplarse a unas condiciones para salvar el medio ambiente.

De esta posibilidad, nace el interés por la búsqueda de nuevos sistemas para conseguir energías, como las renovables. Además también buscar métodos para satisfacer las necesidades de la población mundial, para ello, debería de equilibrarse la repartición de recursos en el planeta.

Un modo de conseguir este equilibrio sería la desindustrialización de las sociedades desarrolladas, que consumen demasiado, para repartirlo con el tercer mundo. Este es el reto del siglo XXI: cambiar desde cada país para lograr el cambio a nivel global.